Por Sofi Ruarte 5to 2da
Que feo es que no nos dejen comer cuando tenemos hambre.
Fuertes palabras para comenzar este texto, pero hoy escribo desde el enojo para mostrar que difiero totalmente de las nuevas “reglas” (por llamarle de algún modo) del comedor del colegio.
Se pensó en una propuesta que corta la rutina que mi curso viene teniendo desde que se habilitó el espacio. Explico: desde un principio, el día que a mi grupo le tocase taller, se nos otorgaba unos minutos para ir a almorzar y luego volver.
Mi calentura surge de la modificación de eso: ahora ya no nos dejan ir a comer en esos minutos, sino recién en el horario que finalice el taller.
Me parece ridículo que no nos den MÍNIMO 15/20 minutos para ir y listo. Algunos no pueden quedarse después de clases, tenemos actividades extracurriculares, cuidamos a nuestros hermanos, etc. O sea: tenemos una vida fuera de lo académico.
Lo que verdaderamente me frustra es que no se nos haya consultado a lxs estudiantes, después de todo ¿no es pensado en nosotros? ¿no son nuestros tiempos los que se ven alterados?
Estamos desde las 7am, con un desayuno que consiste en pan y un líquido. No me quejo, lo agradezco, pero hay que ser realistas: no alcanza para llenar la panza hasta las 14hs.
No sé, piénsenlo nuevamente, consúltennos, hágannos parte por lo menos.
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